viernes, 4 de octubre de 2013

LOS "FANTASMAS" DE LA RACONA: EXTRAÑOS SUCESOS EN UN HOTEL DE DENIA

 
 
¿Qué sucede en el hotel La Racona? Sus trabajadores escuchan ruidos misteriosos y observan cómo se encienden y se apagan luces y televisores sin intervención humana aparente. ¿Se deberá a la actuación de su antiguo propietario, cuyo espectro afirman haber visto numerosos huéspedes?
Sombras oscuras que se desplazan misteriosamente, televisores que se ponen en funcionamiento de manera espontánea estando desconectados, ruidos y golpes de origen incierto que se propagan a altas horas de la madrugada, luces que se apagan y se encienden solas de manera inexplicable y la aparición reiterada del supuesto fantasma de su antiguo propietario son solo algunos de los fenómenos paranormales que acontecen en el interior de La Racona, una señorial mansión de principios del siglo XX reconvertida en uno de los hoteles más emblemáticos de Denia (Alicante).
 
 

 
 

 

LUCES Y SOMBRAS


El jardinero del complejo también nos ha comentado que en una ocasión contempló atónito cómo se apagaban y se encendían de manera inexplicable las luces del edificio, lo cual llegó a asustarle. Otra persona a la que hemos tenido oportunidad de entrevistar, V., nos ha contado que durante las noches que le tocó dormir en el hotel había escuchado en repetidas ocasiones sonoros golpes y ruidos de origen desconocido procedentes de la habitación 106, que nunca se ocupa.
Teresa Espinar recuerda que muchas personas que trabajaron en el recinto hace tiempo comentaban ya entonces que en su interior se producían fenómenos de índole paranormal y que habían percibido extrañas presencias y sombras vagando por el edificio. “Todo el mundo lo advierte –insiste–. Gente que ha estado mucho tiempo en el hotel asegura que hay algo en él, malas vibraciones. Varias chicas que han trabajado aquí han dicho lo mismo y sientes como si hubiera algo que las sigue.” Hoy numerosos empleados del hotel La Racona sostienen que entre sus paredes se registra actividad paranormal. Pero los responsables del complejo no se atreven a reconocerlo.

LA RACONA: DE HOSPITAL A MANSIÓN


El solar que actualmente ocupa La Racona albergaba en torno 1850 una masía que pasó a formar parte de un cuartel y de un hospital militar. Posteriormente, en 1915, el comerciante británico Alexander Boyd Swan compró el terreno y erigió una lujosa mansión. Después de su muerte, que se produjo el 18 de enero de 1939, permaneció cerrada durante muchos años. En la década de 1990 el actor italiano Franco da Rosa decidió transformarla en un hotel. Desde su inauguración, el 30 de mayo de 1994, comenzó a circular la leyenda de que en el interior del edificio habitaba el fantasma de Boyd Swan.

EL GATO OBSERVADOR: UN VISITANTE INCÓMODO


Muchos aseguran que los animales domésticos son extraordinariamente sensibles a los fenómenos de naturaleza paranormal. Y precisamente varios incidentes ocurridos en el hotel La Racona tienen como protagonista a un misterioso felino que suele rondar por los aledaños del edificio: “Es un gato de la zona que lleva muchísimos años por aquí y que hace cosas raras –comenta Pepa Tent–. No llega a entrar al hotel casi nunca. Permanece fuera, a la expectativa. Se te queda mirando desde la puerta. Te lo encuentras cuando vas al almacén que hay detrás. Cuando empiezas a hacer la guardia se coloca en la ventana y se queda mirándote fijamente toda la noche desde allí”.
Una noche de invierno el gato empezó a tener un comportamiento sumamente extraño que llamó poderosamente la atención de Pepa: “Se subió al banco que hay en la entrada y se dio dos vueltas por el techo. Yo no había visto nada igual en mi vida”, rememora.


TELEVISORES CON “ VIDA PROPIA ”


Pepa Tent, una de las encargadas de la recepción del hotel, que ha trabajado durante años en el turno de noche, relata que en las habitaciones 101 y 109 se producen a menudo sorprendentes fenómenos sin explicación. Tent ha podido observar en más de una ocasión algunos, que tienen como protagonistas los televisores de habitaciones desocupadas:
“Yo me quedo hasta la una de la madrugada y cuando me voy tengo la costumbre de subir a las habitaciones a cerrar todas las ventanas para que no entre agua si llueve. Entonces me encuentro muchas veces, pero muchas, con que la 101 y la 109 son las únicas en las que al entrar veo los televisores encendidos. Al principio te dices que se trata de ganchos que te ponen para comprobar que has subido. Otras veces he pensado que a lo mejor alguna habitación se había quedado un poco abierta y que a un cliente que ha pasado por el pasillo le ha dado por encender el aparato, pero no tiene sentido. Al cabo de tantos años he llegado a la conclusión de que ni es mi compañera ni es un cliente que pasa por allí”.
Como tantos otros trabajadores del complejo, una empleada del servicio de limpieza, Teresa Espinar, ha experimentado situaciones similares: “He entrado en habitaciones, como la 109, y la tele estaba encendida. Eso me ha pasado varias noches seguidas. No hace mucho me sucedió lo mismo en otra en la que no había huésped. Siempre se trata de habitaciones que no están ocupadas”. Otra vio cómo se ponía en funcionamiento sin intervención de nadie un televisor que estaba apagado en la habitación 109.

Ubicado a escasos metros de la playa de Las Rotas, en el número 19 de la calle Cami Ample, el hotel La Racona es desde su inauguración en 1994 el lugar elegido por numerosos turistas para pasar unas reconfortantes vacaciones y disfrutar del cálido clima de esta acogedora población de la Marina Alta. Pero guarda en su interior una sorpresa: la mayoría de los huéspedes que se han alojado en él han observado la presencia de un misterioso personaje en el rellano de la escalera que comunica la planta baja con la primera. Dicen que se trata del fantasma de Alexander Swan, un ciudadano británico que fue propietario del inmueble y murió en la década de los 30.
Pero este no es el único suceso extraño que se produce en el interior de La Racona. Los empleados del complejo han sido testigos en ciertas habitaciones de fenómenos como luces que se apagan y se encienden solas, ruidos enigmáticos, sombras de origen desconocido que se mueven por el recinto... Juan Lino Morera, un vecino de la zona que ha trabajado por la noche en el hotel en varias ocasiones, cuenta que se hallaba una madrugada solo en el edificio cuando empezó a escuchar estrepitosos sonidos que provenían de la planta baja, concretamente de la habitación 111. Según el registro de huéspedes, no había nadie alojado en el hotel. Intrigado, decidió inspeccionar la estancia. Su sorpresa fue mayúscula cuando comprobó que estaba vacía.
Así nos relataba su angustiosa experiencia: “Parecía que alguien estuviese en el interior de la habitación arrastrando los muebles de un lado a otro, paseando por la habitación o yendo al cuarto de baño sin evitar hacer ruido. Como estaba abolutamente solo en el hotel revisé todo el edificio y todas las ventanas. Todo estaba cerrado. No podía entrar nadie. Pero seguía oyendo como si hubiera una persona dentro de la habitación. Y al entrar no había nadie. Es algo inexplicable, inexplicable. Yo no sé si se debía al inconsciente o lo que fuera, pero hacía ruido... Sucedió en la 111”.

FUENTE: http://www.masalladelaciencia.es
 

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